La
población experimentó un aumento continuado entre 1.910 y 1.952. Se padece,
desde comienzo de la década de los sesenta un éxodo progresivo,
que comienza en 1.953 con el cierre de la mina, hacia otras comunidades
y paises, dando lugar a una pérdida acentuada y continua de población. Si
en aquellos años se rozó la cifra de los 6.000 habitantes,
es tal el proceso emigratorio sufrido, que el número de habitantes de 1.996
sólo representaba menos de un 39 % del que había en 1.950. La causa
principal de este proceso es, sin duda, el cierre de las explotaciones mineras
y la falta de empleos. Se abandonan, paulativamente, las explotaciones familiares
y la agricultura, para buscar nuevos trabajos que reporten medios económicos,
que puedan satisfacer las necesidades básicas. ¿Cuál
era la única solución al problema?, sencillamente... la migración.
El descenso poblacional es evidente y cada día se ve más acentuado,
ya que numerosas familias jóvenes optan por residir en poblaciones
con mayor nivel de vida, tal es el caso de Don Benito.
Al
margen, de la perdida de población señalada, el proceso emigratorio ha supuesto
un retroceso de la tasa de natalidad y un aumento progresivo del envejecimiento
y por consiguiente de la tasa de mortalidad, que han proporcionado un claro
debilitamiento del crecimiento natural. Cuenta hoy con una población
de derecho de 1550 almas, siendo la población de hecho de unas 1.200
almas, o tal vez menos, en los meses de invierno.
Foto
General de la Población
El
municipio está situado a una altitud de 362 m sobre el nivel del
mar y cuyas coordenadas geográficas son 38,70073º de latitud
Norte y 5,80199º de longitud Oeste. Presenta una topografía accidentada,
donde destacan las sierras: del Medio, Hermosas, Fresno, la Dehesa, La Grana,
el Frontón y de los Pocitos; los cerros del Moro, Macarro, Paliza,
Tamburrero, entre otros, y la lomas de las Cruces y Cerro de la Fuente.
El clima es de tipo mediterráneo. Los meses más fríos son diciembre y enero
y los más calurosos julio y agosto. Las precipitaciones alcanzan un registro
medio anual de algo más de 400mm. Las mayores precipitaciones se
suelen dar principalmente en invierno; la primavera y el otoño recogen cantidades
notables y son escasas en verano. El principal curso de agua es el rio Guadámez
y los arroyos de: Arrocampo, Los Aviones, la Rica, las Barrancas y de Lastuera,
que le sirven de afluentes.
En tiempos no muy lejanos, las aguas de este río, daban actividad a varios
molinos harineros, entre ellos, al del Truquero, al de Nogales, al de Juanillón,
al de Joaquín Valor, de Juan Pascual...Otrora, existían numerosa
fuentes: La del Cajón, La Escalera, La del Lobo, La Quica, la del
Abogado...cuyas aguas eran utilizadas, además de uso doméstico,
como lavaderos de ropa. Hoy sólo quedan en el recuerdo y sus acuiferos
están agotados, unos o/y tapados otros.(Situación
de los molinos)
Su término está limitado al Norte por
los de Don Benito y La Haba; al Este los de Quintana y Zalamea; al Sur Higuera
y Retamal y al Oeste por los de Oliva de Mérida y Manchita. Su terreno está
ocupado por tierras de labor y monte bajo, es de composición diversa
y está configurado por llanos y cerros que forman cordilleras algo
más elevadas que el pueblo; los suelos son arenosos y de arcilla, aunque
predominan los pedregosos y sus montes están cubiertos de encinas,
jaras, tomillos, abulagas, escobas, retamas y demás matorrales existentes
en la zona climática que nos acoje.
Decir
también, que Valle de la Serena tiene dos "parches" de
terrenos: uno no le pertenece y rompe el límite del término
con Higuera, que es la finca de Guadámez, adquirida a la Iglesia
cuando la desamortización de Mendizábal, con
una extensión aproximada de 17 km cuadrados; otro sí le pertenece,
es la dehesa de los Argallanes o Valdecigüeñas, situado entre
los términos de: Zalamea, Campillo de Llerena y Retamal .
La
economía local muestra una clara dependencia del sector agro-ganadero, donde
están agrupadas la mayor parte de la población activa. La industria
y los servicios apenas generan empleo, siendo la construcción la
que más puestos crea. Se da en gran parte el minfundio, aunque hoy
la mayoría de las pequeñas superficies de terreno están
arrendadas, en su mayoría, para la explotación ganadera, siendo
a la vez cultivadas por los mismos ganaderos.
Las
tierras de labor ocupan algo más de un 47% de la superficie del término
municipal, y están dedicadas a la producción de cereales y cultivos herbáceos
para las empresas ganderas. El olivar representa el 4% de las tierras cultivadas,
el viñedo el 2 % y los pastizales una superficie aproximada del 26% del
municipio que, junto con el monte bajo y algunos terrenos forestales, son
objeto de pastoreo, por parte del ganado lanar, con una cabaña bastante
importante. El ganado cabrio, porcino y vacuno no mereecen mención
especial.
El
número de industrias asciende a doce. De ellas, seis se encuadran en la
rama de la construcción, dos en la alimentación, tres en las metálicas
y una en la madera. Existen 8 establecimientos dedicados al comercio de
la alimentación, al por menor, una tienda "todo a cien"
y una tienda textil , dos comercios dedicados a la ferretería y un
almacén de bebidas. Cuenta la población con 10 bares y 2 discotecas.
Talleres mecánicos hay 3.
